A lo largo
de nuestra vida, es extremadamente común que nos haya tocado en más de una
ocasión, sentirnos rechazados por alguien. Ya sea en el aspecto social,
sentimental o laboral, cualquier persona está expuesta a sentir que no es
aceptada. Es como el refrán que dice “No soy monedita de oro, para caerle bien
a todos”. Lo que es realmente importante es analizar qué actitud tomamos en
seguida y cómo sacar el mayor provecho de todo esto.
Lo primero
que tenemos que considerar es que cuando somos rechazados, en la inmensa
mayoría de las veces, no tiene que ver con nuestra persona sino que quien nos
rechaza, puede tener mil razones internas para no querer establecer una comunicación
con nosotros. Lo más probable, es que esas razones nunca las conoceremos,
porque nadie se justifica después de realizar una acción. Dicho de otro modo:
nadie te rechaza por ti, sino por todos los prejuicios que alberga en su
interior y que le impiden relacionarse contigo.
Lo siguiente
es darnos cuenta que el rechazo no siempre es malo, hay ocasiones donde trae
consecuencias positivas de inesperados resultados. Hay algunas empresas de
multinivel que piden a sus integrantes, salir a conseguir por lo menos diez
rechazos en un día. El resultado es que al buscarlos, varios “no” se convierten
en “si”, lo cual genera como efecto que logren concretar varias ventas en un
mismo día.
Lo mismo
pasa con cualquier empresario, cuando lo vemos próspero, con un negocio que le
produce utilidades y satisfacciones, ignoramos la historia que hay atrás de
todo aquello. Normalmente, se aprende a base de prueba y error, lo que seguramente
lo ha orillado a equivocarse muchas veces antes de lograr su objetivo. Gracias
a que no se sintió derrotado de antemano y perseveró en su afán, es que ahora
puede ver coronado su esfuerzo.
Los gatos
tienen una sabia enseñanza al respecto: Cuando un gato persigue a un ratón y
éste se le escapa, no se queda lamentándose porque se fue, ni confunde su valor
como gato por haber perdido la oportunidad de atrapar a un roedor. Simple y
tranquilamente, cambia de objetivo y va tras otro ratón. Y cuando por fin lo
consigue, no se queda vacío y sin metas en la vida, sino que busca otro más,
porque esa forma de vivir es la que constituye su naturaleza.
Esto se
traduce a tu vida de la siguiente manera: Si alguien te rechaza, no lo tomes
personal y simplemente dirige tu atención hacia otro lugar. Con más de seis mil
millones de habitantes en el planeta tierra, hay un campo inmenso de
posibilidades ahí afuera esperándote. Aprende a ser y a dejar ser a los demás,
y así como tú tienes tus razones personales para no relacionarte con cualquier
persona que te pase por enfrente, también ellos tendrán las suyas propias.
En la parte
espiritual, tienes que comprender que cuando te sientes rechazado por alguien,
lo que ocurre es que no te aceptas a ti mismo. Te auto-rechazas y por ende los
demás te rechazan. No puedes obtener fuera de ti lo que no tienes dentro.
Cuando logras aceptarte con todos tus defectos y virtudes por igual,
difícilmente serás rechazado, porque la vibración de aceptación, te ubica en el
lugar exacto y con la gente precisa que está a tono contigo.
Y si aun así
llegaras a encontrar que hay personas con las que no tienes cabida, hagas lo
que hagas, date cuenta que tal vez aquel rechazo que te ofrecen sea en el fondo
una bendición, una forma sutil de la vida de alejarte de aquello que no te
conviene, para así acercarte a lo que te hará crecer como persona y a ser cada
vez más, un mejor ser humano.
¡Que tengas
un feliz fin de semana!
tienes el libro de la filosofia del gato?
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