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domingo, 9 de diciembre de 2012

"El punto de no-retorno" publicado el 09 de diciembre de 2012


El punto de no-retorno

En cualquier escenario que implique interacción con otras personas, se puede alcanzar una frontera, que al traspasarla, ni es posible dar marcha atrás, ni las cosas pueden ser igual que antes a partir de allí, constituyéndose ese evento en un parte-aguas que viene a modificar la relación o situación donde se presenta, cambiando por completo el estado original de la misma. A eso se le llama “punto de no-retorno”.

Traspasar esta línea, puede ofrecer resultados benéficos para los implicados, o todo lo contrario. Su polaridad dependerá de desde dónde se originó. Si es provocado voluntariamente, con el fin de modificar algo que es necesario cambiar, es altamente probable que el resultado sea positivo, aunque no hay seguridad de ello. No obstante, cuando las circunstancias son las que orillan a traspasarlo, los resultados pueden ser ambiguos, siempre tendiendo al lado negativo.

Llegar a ese punto implica llevar a cabo actos extremos, que transforman tanto la situación original, que si se quisiera volver atrás, se tendría que usar otro acto mucho más drástico que aquel que lo originó, pero dejando secuelas imposibles de ignorar en los involucrados. La percepción de la situación, cambia radicalmente a partir de allí.

Un claro ejemplo de traspasar el punto de no-retorno con resultados negativos, es el caso de una pareja que siempre discute, y de pronto un día, sin previo aviso, el esposo le voltea una cachetada a la mujer. Por mucho que después hablen para tratar de arreglar las cosas, ya es demasiado tarde, porque ya no se pueden percibir de la misma manera. 

También en el lado negativo, encontramos el mundo de los bebedores sociales, que pasando ese punto, se convierten en alcohólicos. O aquellos que se sirven de las drogas como diversión, y se transforman en adictos crónicos. O los que les gustan los juegos de azar y terminan con una adicción tan incontrolable, que llegan a perder todo su patrimonio en una mala tarde.

Otro ejemplo de esto mismo, es una muchedumbre de gente alterada, si pasan el punto de no-retorno, llega un momento que se vuelve incontrolable y puede caer en actos vandálicos propiciados por el calor del momento, con consecuencias desastrosas para quien tenga el infortunio de estar en su radio de acción.

En el lado de lo positivo, encontramos las actividades que requieren de un gran esfuerzo al principio, pero que una vez pasado ese punto, ya todo sucede de forma automática. El mejor ejemplo de esto, es cuando aprendiste a andar en bicicleta: al principio era imposible guardar el equilibrio y seguramente te caíste más de una vez,  pero un buen día, tu tenacidad hizo que traspasaras el punto de no-retorno y de pronto te subiste y andabas en ella como si toda la vida lo hubieras hecho, tu equilibrio de pronto fue perfecto. Lo mismo ocurre cuando aprendes a nadar o a conducir un automóvil.

También está el caso en el que requieres un aumento de sueldo y decides presentarte ante tu jefe con una renuncia en la mano y le dices que si no te lo da, en ese instante dejas el puesto. Pasando ese punto de no-retorno, el resultado puede ser que te quedes sin trabajo, o bien que salgas con un dinero extra en la quincena. 

Lo más importante es que cuando voluntariamente, cruzas esa frontera en pos de lo que quieres y el resultado es adverso, nunca te arrepientas de haberlo intentado, porque al final de tus días, no te lamentarás tanto de lo que has hecho, sino de lo que dejaste de hacer, pudiéndolo haber realizado. Y en el peor de los casos cabe recordar que la experiencia es aquello que obtienes cuando no consigues lo que quieres.

De alguna forma, la vida es un estado perpetuo de no-retorno, porque cada día que pasa, ya no puede regresar y cualquier decisión que tomes, tiene efectos en todo aquello que más tarde te ocurre. No importa que sea algo sin importancia aparente, las repercusiones en lo sucesivo son como las ondas del agua en un estanque después de tirar en él una piedra.

De ahora en adelante, si quieres alcanzar algo que implica traspasar un punto de no-retorno, encáralo gozoso, recordando que de alguna forma, estar consciente aquí y ahora, es la constancia de una infinidad de esas pequeñas fronteras que ya has traspasado por el mero hecho de estar vivo. Que nada te detenga.

¡Que tu fin de semana sea extraordinario!

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